El compost es un excelente fertilizante que no solo enriquece, sino que también estructura el suelo. Y para prepararlo, basta con seguir cinco reglas simples.
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1. Elija las materias primas de compost adecuadas
Para que los desechos orgánicos se descompongan correctamente, debe apilar algo que pueda convertirse en abono. Entonces, para un contenedor, montón o pila de abono, lo siguiente es aceptable:
- cáscara y pulpa de frutas;
- malezas limpias;
- pasto seco, heno o paja;
- hojas del año pasado;
- cartón o papel;
- trapos de tejidos de algodón o lino;
- estiércol o excrementos de pollo;
- pequeños trozos de ramas;
- granos de café;
- té para dormir (sin bolsitas de té).
Lo que no se puede agregar:
- malezas con semillas maduras;
- trozos de carne o pescado, huesos (especialmente hervidos);
- el plastico;
- pulpa de naranjas, mandarinas o pomelos;
- cáscara de cualquier fruta cítrica;
- cáscaras de nueces;
- carbón y ceniza de carbón;
- grandes ramas o recortes de tablas;
- arena de una caja de arena para gatos.
2. El abono debe ser escamoso
Todas las materias primas para el compost se dividen en dos grupos:
- Materias primas de carbono: ramas, tallos secos, cartón, hojas.
- Materias primas nitrogenadas: césped cortado, excrementos de pollo, limpieza de cocinas.
Para un compostaje uniforme, las capas deben alternarse. También es bueno utilizar la capa de humus del suelo como capa intermedia: es rica en bacterias que intervienen en la descomposición de los desechos.
Esto se debe al hecho de que los componentes nitrogenados, al descomponerse, generan calor y las bacterias necesitan oxígeno. Y los componentes carbonosos necesitan nitrógeno, pero contienen oxígeno. Como resultado, al intercalarlos entre sí, es posible lograr una concentración óptima de bacterias en un montón o pila.
3. Revuelto regular
Las capas intermedias son capas intermedias, pero para lograr una consistencia óptima y un proceso de procesamiento seguro, es necesario que las materias primas se mezclen después de un tiempo. Además, las bacterias y los gusanos del estiércol que procesan los desechos necesitan oxígeno. Por lo tanto, el sustrato necesita agitar, durante el cual se satura con aire. Y es por eso que una pila, caja o pila es mucho mejor para reciclar que un pozo de abono. Existen métodos para compostar el sustrato sin acceso al oxígeno, pero son muy específicos y no son adecuados para todo tipo de materia prima.
4. Humedad, pero no húmeda
Para su actividad vital, las bacterias necesitan un sustrato húmedo, pero las materias primas demasiado húmedas "diluyen" las enzimas, interrumpiendo el proceso de compostaje. Idealmente, es un sustrato que está lo suficientemente húmedo, pero que no goteará suficiente agua cuando se apriete en un puño. Si se esperan lluvias prolongadas, la caja o el montón deben incluso cubrirse con papel de aluminio o pizarra.
5. Cuanto más pequeño mejor
Cuanto más grandes son los trozos de materia prima que se colocan en la pila de abono, más lentamente se descomponen. Por eso está permitido arrojar ramitas pequeñas al compost, pero no se pueden perforar troncos enteros o un gran trozo de madera muerta. Por lo tanto, cuando envíe al compost de limpieza, tallos de malezas o algo más, asegúrese de que se corten lo mejor posible.
Si es posible, use una trituradora de jardín para los restos de plantas. Además, si es posible, abone el césped después de la podadora, no de la podadora.
Conclusión
Todas estas reglas son solo las básicas. El compostaje tiene sus propios trucos que facilitan la vida al jardinero y al jardinero. Pero es suficiente conocer estas cinco reglas para colocar la pila correcta y obtener compost normal y de alta calidad en 1-2 temporadas.
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