El hombre moderno hace un uso extensivo de una variedad de aparatos electrónicos, la mayoría de los cuales funcionan con baterías. Incluso la batería más potente y tecnológicamente avanzada agota su capacidad con el tiempo y debe reemplazarse. Al mismo tiempo, los residuos deben depositarse en algún lugar o, en términos modernos, eliminarse. La primera reacción natural es simplemente tirarlo a la basura. Sin embargo, en este asunto, todo dista mucho de ser sencillo.
Problema de eliminación de la batería: de dónde viene
El principio de funcionamiento de una batería o celda galvánica se basa en el uso de reacciones químicas que tienen lugar dentro de su carcasa. Para aumentar la eficiencia de un elemento, su creador selecciona de manera especial materiales, cuya interacción determina los procesos electroquímicos en curso. Entre ellos se encuentran elementos químicos tan pesados como mercurio, níquel, cadmio y algunos otros, que son sustancias bastante venenosas.
Una batería usada, arrojada a un bote de basura común, termina en un vertedero. Bajo la influencia de la humedad, su cuerpo de metal colapsa rápidamente (se muestra un ejemplo en la Figura 1) y es venenoso Los compuestos de metales pesados ingresan al suelo, desde donde se transporta el agua subterránea a lo largo de los alrededores. medio ambiente.
Además, toda esta contaminación a través de plantas y varios animales acuáticos y terrestres ingresa a la mesa humana.
La peculiaridad de los metales pesados es que sus compuestos:
- no colapsar bajo la influencia de la temperatura a la que se cocinan los alimentos;
- con el tiempo se acumulan en el cuerpo humano, envenenándolo lentamente.
Por ejemplo, el plomo afecta el sistema nervioso central. El mercurio, incluso en pequeñas concentraciones, actúa sobre los riñones. El cadmio es el carcinógeno más fuerte para el hígado, la glándula tiroides y la médula ósea.
La situación no se rescata con el procesamiento de residuos en incineradoras. Las altas temperaturas convierten los metales pesados en dioxinas, que también contaminan el medio ambiente.
Esto conduce inmediatamente a la tarea de separar las baterías usadas de la basura doméstica ordinaria. Este hecho está marcado con un signo intuitivo especial, Figura 2, que se aplica a la caja de la batería.
Maneras de resolver el problema
El problema de reducir la carga medioambiental de las baterías se puede resolver de dos formas principales.
La primera forma de ellos es obvio y consiste en una colección separada con procesamiento posterior utilizando tecnología especial. Los programas correspondientes se han introducido legislativamente en algunos países desarrollados. Para ello, se instalan contenedores especiales en las tiendas.
En Rusia, esta ruta sigue siendo voluntaria, aunque los contenedores similares o similares a los que se muestran en la Figura 3 se han vuelto más comunes recientemente.
Segunda forma - Reducir el número de pilas desechadas. Para hacer esto, se les dan las propiedades de una batería, es decir permiten varios ciclos de carga. En particular, la conocida empresa IKEA tomó este camino.