Asegurar el riego adecuado de una orquídea en casa no es tan fácil como podría parecer a primera vista. En la naturaleza, esta flor crece en los bosques húmedos del sudeste asiático, Australia y Filipinas, donde las cálidas lluvias tropicales siguen siendo la principal fuente de humedad. Por tanto, regar una flor debe estar lo más cerca posible del proceso natural de hidratación, que tiene lugar en su hábitat habitual. No es nada fácil hacer esto en un apartamento de la ciudad.
¿Qué agua regar una orquídea?
Para regar la orquídea, debe usar agua tibia y blanda, que previamente se ha enriquecido con oxígeno. El ácido oxálico o las preparaciones especiales, que se venden en cualquier florería, pueden ayudar a reducir la dureza del agua del grifo. Para saturar un líquido con oxígeno, debe verterse varias veces de un recipiente a otro. Además, debe permanecer en el aire el mayor tiempo posible. Esto se puede hacer levantando el vaso por encima del recipiente en el que se vierte el agua.
¿Con qué frecuencia regar una orquídea en invierno?
Regar una orquídea en invierno es mucho menos frecuente que durante la floración. Dependiendo de la humedad del aire y la temperatura media diaria, la humidificación debe realizarse dos o tres veces al mes. Es imposible permitir tanto el estancamiento de la humedad como el secado excesivo del sustrato.
¿Cómo saber cuándo es necesario regar?
Si las raíces de la orquídea se han aclarado, el recipiente con el sustrato se ha vuelto demasiado liviano y la tierra parece seca, entonces la orquídea ya necesita humedad. Para las flores que crecen en una maceta transparente, hay otro signo: condensación acumulada en las paredes. Si está seco, es hora de regar.
No espere a que las hojas pierdan su turgencia y se vuelvan letárgicas. Las pausas muy largas entre riegos son perjudiciales para la planta incluso en invierno.
¿Cómo regar correctamente una orquídea?
La mejor manera de regar su orquídea es con una ducha tibia que simule la lluvia tropical. Para hacer esto, se coloca una maceta con una flor en el baño o en la ducha, después de lo cual las orquídeas se riegan con una presión débil de agua tibia. En este caso, la regadera debe dirigirse hacia arriba para que el agua que cae se sature de oxígeno y no dañe las plantas.
El procedimiento continúa hasta que el sustrato esté completamente impregnado, después de lo cual la maceta se deja durante 25-30 minutos para dejar el exceso de humedad. Después de que se haya ido todo el exceso de líquido, la planta se puede devolver a su lugar original. Después de otros 20 minutos, las hojas deben secarse suavemente con un paño seco para eliminar las gotas y las manchas.
Este método solo funcionará si el agua del grifo es lo suficientemente blanda. De lo contrario, el líquido debe prepararse por separado y regarse con una regadera.
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