La vida moderna no se puede imaginar sin electricidad, cuyo consumo diario parece ser algo natural. Pero este logro también fue inventado una vez por una mente humana inquisitiva, que buscaba hacer la existencia humana más cómoda y acogedora.
Invención del sistema trifásico
Varios científicos, incluido el genio del pensamiento humano, Nikola Tesla, estuvieron en los orígenes de la creación de un nuevo método de transferencia de energía. Como en la mayoría de los otros descubrimientos en ingeniería eléctrica, en este caso, tampoco fue sin la participación activa de científicos rusos. Independientemente del naturalista serbio, nuestro compatriota M. ACERCA DE. Dolivo-Dobrovolsky sentó las bases del futuro sistema y lo puso en práctica. Esto sucedió después de haber estado lidiando con la transmisión de energía a largas distancias durante muchos años.
Dificultades en la transmisión de energía eléctrica.
Primero intentaron hacer esto en una exposición en Viena, celebrada en 1873. En él, el ingeniero I. Fongong suministró energía a un motor eléctrico convencional a través de una línea de 1 km. Un año después, un ingeniero de Rusia F. Pirotsky, que experimentó con líneas de 0,2 a 1 km de largo. Sin embargo, el bajo voltaje utilizado por los experimentadores y la sección transversal limitada del conductor provocaron enormes pérdidas de energía.
Para reducirlos, se propuso transmitir corriente eléctrica por rieles de acero. Un par de años más tarde (en 1876) esta idea se implementó en una de las ramas ferroviarias de la ciudad de San Petersburgo. La magnitud de las pérdidas disminuyó significativamente, pero este método no era adecuado para la transmisión de electricidad. El experimento resultó en la aparición de sistemas de transporte electrificados.
Un avance significativo en la solución del problema fue la propuesta de M. Despres para aumentar la tensión, lo que, según sus cálculos, conduciría a una disminución de las pérdidas en los conductores. Para confirmar su idea, el ingeniero demostró una transmisión de 57 km a un voltaje de línea de 2 kV en la exposición de Munich en 1882.
Descubrimiento de un científico ruso
Durante los años siguientes, muchos ingenieros lucharon por aumentar la longitud de las líneas con pérdidas mínimas, tratando de controlar un motor de CA a distancia. Con el tiempo, la corriente continua se abandonó por completo. Esto se debió a las siguientes razones:
- Con el aumento de estrés, devolverlo a su forma original resultó muy costoso.
- Era mucho más barato y más fácil reducir el voltaje de CA con un transformador.
- Las pérdidas con este tipo de electricidad fueron menores.
Fue en este momento cuando a nuestro compatriota se le ocurrió una idea brillante. En los últimos años, se dedicó a alterar una máquina de CC en una forma conveniente para recibir electricidad. Esto le permitió prestar atención a la posibilidad de organizar sucursales desde tres puntos de anclaje igualmente distantes.
El resultado es exactamente lo que le ha estado desconcertado en los últimos años. En lugar de un suministro unipolar de amplitud constante, la máquina ahora estaba controlada por tres sinusoides desplazados con polaridad variable. Solo quedaba transferir este esquema del motor eléctrico al generador. Así apareció el conocido sistema de transmisión de energía trifásica.